CONCLUSIONES DEL CASO GOWEX
EL WIFI GRATIS SIEMPRE LO ACABA PAGANDO ALGUIEN

En primer lugar, queremos mostrar apoyo y respeto a los trabajadores de Gowex, que están viviendo una situación totalmente increíble. Nadie merece pasar por este tipo vivencias, y esperamos que puedan reconducir la empresa haciéndola viable y no se vean afectados sus puestos de trabajo.

En estos últimos días hemos visto multitud de artículos muy extensos que relatan es espectacular auge de Gowex y su estrepitosa caída. Esto nos da para sacar conclusiones en muchos sentidos.

Una empresa que basa su modelo de negocio en ofrecer WiFi gratis, soportando las instalaciones y el mantenimiento de las mismas, así como las líneas de datos contratadas a los proveedores, basándose en aumentar su presencia en ciudades y países, y con ello aumentar su nivel de usuarios por todo el mundo, tiene muy pocas posibilidades de éxito si no tiene una vía de ingresos real.

La filosofía de Gowex era WiFi gratis como el agua. En realidad todos sabemos que el agua, aunque pueda ser gratis en origen, tiene unos costes de canalización, distribución, purificación y, finalmente, de evacuación.

En el caso de la empresa Gowex, finalmente son los accionistas los que acabaran pagando todo el WiFi gratis que se ha ofrecido.

En el sector hotelero, el WiFi empezó siendo un producto de lujo y por tanto de pago, y con el tiempo ha tenido varias evoluciones. Muchas de ellas tratan de equilibrar el coste que supone para el hotel disponer de una infraestructura para prestar un servicio WiFi de calidad, y hacerlo compatible con un servicio WiFi gratis.

Actualmente, nos encontramos servicios WiFi totalmente abiertos, con graves problemas de seguridad para el cliente, servicios semi-abiertos que si bien no permiten navegar libremente, si que comprometen la seguridad del usuario en muchos sentidos, y servicios profesionales que cumplen todos los requisitos de calidad y seguridad para los clientes de hoteles.

Esto ha hecho que algunos hoteles prestan dos tipos de servicio. Uno gratuito, limitado en velocidad y puertos abiertos, que básicamente sólo permiten navegación, y otro de pago, con una velocidad mayor y sin limitación de puertos, que supone un coste para el usuario. La idea era soportar el coste del servicio, con el precio que pagan los usuarios del servicio Premium, pero los usuarios lo ven como una forma de conducirles a un servicio de pago.

La realidad es que los usuarios que usan el servicio WiFi gratis limitado, no están de acuerdo en pagar una cantidad por obtener un servicio WiFi Premium, y lo que demandan al hotel es un servicio WiFi de calidad. Suficiente para la navegación, para bajar ficheros y vídeos, e incluso para hacer videoconferencias, personales y de trabajo. Cuando esta demanda no es correspondida por el hotel, se genera un malestar en el cliente que se transforma en reclamaciones y comentarios en redes sociales, y que finalmente inciden en la propia reputación del hotel, afectando incluso a la disminución de reservas desde internet.

Según diversos estudios realizados, el cliente no suele repetir en hoteles donde ha tenido una mala experiencia con el servicio WiFi.

En Cibersuite, indistintamente de la política comercial del hotel, respecto a la modalidad de servicio que éste quiera prestar a sus clientes, siempre hemos apostado por un sistema de máxima calidad.

En conclusión, lo que el usuario espera de su conexión en un hotel es una conexión de alta calidad, sin limitaciones de puertos para poder usar todos los servicios y apps de sus dispositivos móviles, y que sea gratis.

La tendencia del tipo de servicio que estamos implantando últimamente, en cadenas como ROOM MATE, HIGH TECH – PETIT PALACE, ABBA HOTELES, es WIFI PREMIUM GRATIS.

Con esta modalidad, el hotel presta un servicio de calidad, sin coste para el usuario, cumpliendo con sus expectativas y experiencia de servicio. Esto no le genera inconvenientes en redes sociales, e incluso buenos comentarios por parte de sus clientes, que inciden en el aumento de reservas desde internet.

En realidad, el servicio tiene un coste, aunque si lo dividimos entre el numero de habitaciones, representa apenas unos 10-15 céntimos, dependiendo del numero de habitaciones del hotel, considerándose un amenity más, como el jabón o el gel.